Esta antigua casa de campo forma parte de un casco de hacienda azucarero que hasta la fecha sigue en operación; tanto los interiores de la casa como las áreas exteriores que comprende jardines, alberca y pabellones serán acondicionados para recibir huéspedes de alto nivel. El objetivo es poder generar un espacio que mantenga el ambiente y sensación de una construcción de un siglo de edad, pero integrando las comodidades y facilidades contemporáneas