Chihuahua, es una ciudad ubicada en la amplia región norte de México, que cuenta con un clima árido de temperaturas extremas y en dónde el castigo solar puede llegar a generar temperaturas mayores a 50°C. Un área metropolitana que, aprovechando su amplitud geográfica, principalmente se ha extendido de manera horizontal con uno de los mayores índices de crecimiento del país.

Los nuevos desarrollos en los bordes de la ciudad, que generalmente se presentan sobre topografías accidentadas y con pendientes considerables, carecen de sistemas de transportes eficientes por lo que sus habitantes tienden a tomar como principal sistema de transporte el automóvil, dando pie a formar fragmentos de barrios aislados que basan su interacción urbana a través del coche. Además, debido a la falta de una referencia clara para generar un entorno estable y positivo, provoca una ciudad en la que el crecimiento desordenado y dispar se incrementa de manera exponencial.

Bajo estas circunstancias, en un terreno de planta triangular y con una pendiente regular y constante en la periferia poniente de la ciudad, el proyecto propone ORDEN por medio de una retícula ortogonal que se expresa a través de la estructura expuesta, para organizar en escuadra 4 pabellones con orientación oriente-poniente.

La estructura del conjunto se trata de una estructura híbrida en dónde las columnas que contienen el interior de los pabellones son de concreto gris aparente de sección cuadrada de 30 x 30 CMS. Y en exterior son columnas de acero de sección circular de 10” de diámetro.

Cada pabellón cuenta al exterior con terrazas y andadores para funcionar como plataformas de experiencias con identidad propia y de acuerdo al desnivel sobre el que se desplanta, pero también formar parte de un conjunto unitario al encontrarse contenidas por cubiertas aporticadas que en conjunto generan un recorrido en desniveles y que inicia en los extremos del proyecto y culminan en el corazón del proyecto, un jardín de vegetación endémica.

El interior de los pabellones se compone por un espacio en doble altura en dónde existe la posibilidad, de acuerdo a las necesidades del usuario final, de incrementar el área rentable por medio de un mezzanine hasta llegar a duplicar el área útil.

El jardín del conjunto se desplanta en una plataforma a base de ladrillo artesanal y se compone por árboles encinos siempre verdes, romero salvaje y por hiedras trepadoras. Este espacio, evidencia el orden propuesto por el conjunto al encontrarse contenido por una cubierta apergolada que muestra la retícula ortogonal con el propósito de funcionar como un espacio de convivencia en el conjunto pero también con el entorno, mostrando por medio de la sombra que genera esta cubierta, el trazo del tiempo sobre el espacio común.