La recámara secundaria se utilizó como un estudio para hacer home office y se adaptó con un sofá cama para recibir visitas.
El escritorio seleccionado fue nuestro modelo Madeline roble-gris. Un modelo minimalista que cuenta con un par de cajones cerrados a los lados y un espacio abierto al centro para guardar el equipo después de cada sesión de trabajo. Este se complementa con la silla Lauren; excelente opción para trabajar gracias a su comodidad y reposabrazos que permiten permanecer en ella por lapsos considerables.
Una de las piezas más importantes de esta habitación es el sofá cama Melker azul (uno de los colores favortios de nuestra pareja). Este mueble brinda un espacio de descanso durante las sesiones de home office y ofrece albergue a invitados que pasan la noche en casa. Se encuentra en un ambiente muy sencillo y limpio ya que no se utiliza tanto como la recámara principal.
Para terminar de complementar el estudio se eligieron el taburete Helsa como auxiliar del sofá y la lámpara Siracusa para la iluminación. Ambos en tonos grises como lo solicitó nuestra pareja.