No hay museo tan exacto y
sutil que cuente la historia humana como una casa, un hogar. Los muros, los
pisos y los espacios que conforman una casa envejecen, escupen y exponen las
historias, creencias y personalidades que cada individuo moró y dejo vestigios
de cada suceso experimentado entre estos muros.
Bajo esta principal premisa se desarrolla un
área común para los habitantes de este hogar, que llevan más de 30 años
habitando una casa que ya tiene dos generaciones atrás. Dicha área común fue
concebida como un pabellón que exhibe los vestigios que el contexto
preexistente contiene, respetando y exhibiendo estos elementos que solos
cuentan la historia de la casa.