Para la entrada del hotel decidimos dejar una planta libre para que el flujo y circulación de los visitantes sea de manera orgánica. Aprovechamos el ya existente arco de cantera para que enmarcara la gran reja de herrería hecha a medida. Sobre el piso se propone un pasillo de ladrillo rojo tradicional colocado en forma de zig zag y enmarcado por un perfil de acero negro mate. Como elemento decorativo 4 macetas de barro rojo con cactus.
Desde la entrada podemos observar como nos adentramos a un mundo paralelo donde el color naranja es el protagonista, color aplicado en gran parte de la propuesta con un acabado semi deslavado haciendo homenaje al paso del tiempo.