En un idílico lugar cercano al Parque Natural de la Garrotxa, en Girona, frente a un inmenso valle, se levanta una antigua masía que el cliente nos encargó poner al día.
Se trataba de acabar el edificio principal, donde un antiguo pajar debía dar paso a un apartamento para el servicio de la vivienda, así como una extensión del programa, añadiendo una piscina y una casa de invitados anexa, junto con una terraza a modo de chill-out que configurase en todo su conjunto una atmósfera aparte del resto del complejo residencial.