Como muchos otros profesionales, las arquitectas italianas Valeria Merola y Alessandra Faraone se centraron en los pequeños proyectos ante la crisis de la obra nueva. Reformas, rehabilitaciones y restauraciones de espacios ya construidos a los que se les da otra cara y otra vida. Instaladas en Barcelona, su estudio Acabado Mate nos presenta algunos proyectos muy interesantes. Hoy nos hemos centrado en uno en particular, la casa Polibio, una reforma interior llevada a cabo en un pequeño apartamento de los años treinta en la ciudad de Milán. Una casa a la búsqueda de luz donde se ha jugado con el espacio que ha sido modificado sustancialmente para cumplir las necesidades de los nuevos propietarios: una pareja napolitana que acude a Milán con frecuencia para visitar a sus hijos y nietos.
El resultado de la reforma interior de este piso de Milán es un casa funcional, luminosa, práctica, con cierto aire retro y mucho diseño ycon detalles brillantes que comentamos a continuación. Las fotos realizadas para el estudio son de la fotógrafa Marcela Grassi.
Para acometer la reforma interior de esta casa lo primero que se pensó es en la redistribución de los espacios. Se tiraron varios tabiques como el que separaba el salón de la cocinar. El resultado es un espacio diáfano, aunque con recovecos diferenciados por el tipo de suelo. En el salón es un pavimento de madera de roble lo que consigue aportar un toque de calidez a la estancia. El rincón reasignado para el comedor, sin embargo, sustituye la madera por un suelo de resina de color azul oscuro.
Para la decoración de la sala principal se ha evitado recargar en exceso la habitación, con estanterías de obra y escasos muebles de inspiración danesa que dan un toque cálido y sofisticado a la estancia.
Al eliminar el tabique se le ha dado mucha más amplitud a una estancia que antes era el lavadero y que por tanto no requería demasiado espacio. Sin embargo, al utilizarlo de comedor no solo era necesario eliminar el tabique para dotarlo de mayor amplitud, sino que además se conseguía de esta forma aprovechar la luz de la ventana, que fluye al resto de la casa. Se ha utilizado la paleta de colores fríos, que sin embargo crean un espacio tranquilo y sosegado, que invita a degustar la comida en buena compañía.
Al convertirse en una estancia abierta, la zona de trabajo de la cocina se ha reducido a lo imprescindible, creando un espacio recogido y acogedor. Para el revestimiento de la pared se ha utilizado un alicatado con motivos retros de colores suaves, que mantienen la línea del comedor. La encimera de madera va a juego con el suelo del salón, aunque para el pavimento de la cocina se ha elegido resina, al igual que el comedor, solo que en este caso de color gris claro. El detalle más sorprendente es la ventana que comunica con la entrada, una manera de llenar de luz el vestíbulo de casa e impedir que quede a oscuras.
El vestíbulo queda exactamente en el centro de la casa y divide esta en la zona de noche y de día. Al igual que ocurría con el comedor, aquí también se ha recurrido al cambio de tipo de pavimento para marcar la diferencia de espacio.
Uno de los objetivos de esta reforma de interior era dotar de más luz a la casa. En esta imagen podemos apreciar el hueco horadado en el tabique y cómo este comunica la cocina con la entrada, iluminando la zona del vestíbulo. La ventana está enmarcada en madera que continua por la pared creando una repisa de lo más funcional.
Antes de la reforma interior llevada a cabo por Acabado Mate, la casa, de 65 metros cuadrados, tenía un solo dormitorio con su cuarto de baño. Al cambiar la distribución de la casa se consiguió añadir un dormitorio extra, así como un aseo de servicio, conectado con el principal a través de un vidrio fijo. De esta sencilla manera se consigue dotar de iluminación natural al aseo interior.
Te invitamos a conocer una nueva reforma interior, esta en Madrid, echando un vistazo al libro de ideas Reforma integral: Una casa de hoy con el encanto de ayer.