La fachada es la responsable de la primera impresión que se recibe al llegar a una casa. Hay muchas personas que adoran la sencillez y apuestan a un estilo simple sin pretensiones. Los materiales nobles como la madera, la piedra o el ladrillo son los que habitualmente se ven en este tipo de viviendas.
El hecho de que una fachada sea rústica no desmerece la calidad constructiva ni el buen diseño de interiores.
Esta casa de líneas modernas fue diseñada en base a un bloque cúbico de dos plantas que deja a la vista el hormigón estructural. Por delante asoma un muro perimetral construido íntegramente con piedras en tonos ocres y marrones, que combinan muy bien con las aberturas de madera con grandes vetas verticales. Por encina del acceso asoma un semicubierto construido con paneles de hormigón que conservan la impronta de la mampostería, y dan la idea de ser tablones horizontales pero de cemento.
La fachada de este diseño de Union Architectural Concept utiliza materiales tradicionales en las paredes de ladrillo y la gran puerta de dos hojas hecha con tablones de madera dispuestos en forma horizontal. Sobre el ala derecha de la casa se eleva un pequeño muro calado hecho de piedra rústica, que se repite en fondo de la propiedad, incorporando un tercer elemento natural que suma rusticidad a la propuesta.
Esta moderna casa está estructurada en dos prismas de dos plantas y un tercero antepuesto con solo una planta. La fachada principal está totalmente cubierta de tablas de madera dispuestas en forma horizontal. El material elegido tiene una variada gama cromática de marrones y ocres que crean un interesante efecto en la fachada. En la terraza se dispuso una pérgola que repite el uso de este material rústico.
Esta casa fue construida con materiales rústicos y sencillos pero tiene una elegancia clásica que vale la pena mencionar. Las paredes están recubiertas con un revoque irregular que se disimula gracias al uso de un naranja subido. Este tono combina muy bien con la madera de las aberturas y la de los remates de las vigas interiores de la vivienda, que atraviesan el muro y se asoman en la fachada formando una singular guarda ornamental.
Esta fachada tiene una sólida rusticidad que no por eso carece de encanto. La casa fue estructurada en forma de L
con dos pequeñas alas con pequeñas ventanas de vidrio repartido y carpintería blanca que rompe visualmente la gris sobriedad de la roca. El conjunto es monocromático ya que utiliza pizarra gris para la cubierta a cuatro aguas y piedra partida para cubrir el patio, que contiene una sucesión de jardineras donde se inició una pequeña huerta.
Esta vivienda sencilla y rústica está hecha completamente con bloques de hormigón, tanto en el piso como en la fachada y la cubierta a dos aguas. Se puede armar en algo más de un día de trabajo y cuenta con una cocina, un cuarto, un baño y una sala de estar. La dureza visual del hormigón se interrumpe con el uso del vidrio, que se utilizó en la puerta de entrada y el ventanal de dos hojas que deja entrar luz y sol.
Esta sencilla casa es un bloque prismatico de dos plantas con una sucesión de aberturas intercaladas en el piso superior para lograr un mayor ingreso de luz y sol. El revestimiento es de un sencillo color arena, que combina muy bien con el semicubierto hecho de troncos, sostenidos por columnas del mismo material. El mismo se utiliza como porche de acceso y también como espacio guardacoches.
Esta vivienda es moderna y simple y demuestra que no es necesario demasiado para lograr un diseño atractivo y funcional. Se utilizó un encofrado de hormigón que al retirarlo dejó su impronta simulando en el material una disposición de tablones horizontales que le dan una textura de gris rusticidad. Para compensar visualmente el efecto se pintó el resto de la casa de un blanco puro sobre el que se recorta el negro rotundo de la puerta de acceso principal y las angosta aberturas verticales.
Si te gustan las casas rústicas, en este libro de ideas hay otra propuesta.