Muchas veces lo hemos dicho ¡y no nos cansamos de hacerlo! Las casas pequeñas pueden ser muy bonitas, tanto o más que las grandes residencias. Sus diseños suelen tener en cuenta detalles que a veces se escapan en los grandes espacios, los acabados deben cuidarse al detalle, las texturas forman parte importante del diseño completo, cada centímetro cuadrado representa el conjunto, como si de una célula se tratara. Y si es un buen diseño, su belleza se nota de lejos y de cerca.
En este libro de ideas te presentamos 10 casas, algunas muy pequeñas, otras con un poquito más de superficie, pero todas muy lindas. ¿Nos acompañas?
La blancura de esta casa deslumbra desde lejos. Sus colores viajan desde el perfecto blanco hacia tonalidades grises y delicados colores madera gisáceos, destacando entre ellos delgadas líneas horisontales que se contraponen a los altos volúmenes del edificio.
Esta casa se destaca en el contexto por la alta torre que alberga los servicios al interior de la casa. Considerando la estrechez de su diseño, se incluyeron tres ventanas horizontales en la planta baja y un antepecho de barras también horizontales en el balcón del segundo piso, para darle un sentido de amplitud y abrir visualmente el angosto diseño. El color blanco de las superficies más altas se contrasta con el oscuro en las superficies horizontales, creando una mezcla precisa e ideal.
A la altura de tres niveles de esta vivienda se le ha sacado el mayor provecho: al segundo nivel se le ha revestido de piedra en colores marrones con cierto tono dorado, contrastando con las superficies en tono naranja quemado y beige. Los detalles en teja de barro adornan cada superficie vertical con su horizontalidad.
Esta linda casa cuenta con un amplio patio y jardín, creando la sensación de mucho espacio a pesar de que los interiores son más reducidos. Lo que caracteriza a esta vivienda es la selección de colores y texturas: una rica mezcla de grises y marrones rosados, piedra laja en tonos cafés, cremas y rosas, juego de alturas y perfección geométrica en cada plano.
Este proyecto nos muestra una delicada y sencilla casita en medio del campo, pero que bien podría adaptarse a la ciudad gracias a su tamaño compacto. Cuatro paredes, dos aguas, un porche posterior, un pórtico y mucho verdor alrededor, ¿qué más se puede pedir?
El diseño de esta vivienda es sobrio y preciso: dos planos altos, verticales, sobre los que descansan dos plataformas horizontales. Un listón de piedra resaltando la altura del volumen lateral y un sencillo y fresco jardín dando la bienvenida.
Esta vista es el resultado de una reforma que se le hizo a una vivienda de fraccionamiento. El resultado es éste: una fachada en donde destacan diversos planos con texturas y colores distintos, una terraza delimitada por un breve jardín lateral, un barandal de cristal, un moderno cerco de herrería y juegos de luces y sombras modernos y audaces.
Los seis metros de ancho de este terreno resultaron en un maravilloso diseño que se eleva a la altura de tres niveles. El concreto aparente protagoniza la escena, una doble altura para no encerrar el espacio ha sido una solución fabulosa, y un sencillo pero muy creativo patio posterior es la cereza del pastel.
Si quieres conocer el proyecto completo, visita Esta casa es ¡sensacional!
Este peculiar diseño corresponde a un proyecto que bien puede construirse en el campo como en la ciudad. Sus formas son precisas, pero los detalles decorativos como las marqueterías de los vanos y los materiales de construcción son irregulares: marcos de concreto conformando cuadrados desfasados, piedra de texturas rugosas y formas orgánicas. Unos pergolados de madera cierran el cuadro creando terrazas frescas y luminosas.
En esta residencia destacan las formas rectas y la sencillez del diseño. No se pierde en ostentosos umbrales ni garajes excepcionales, en cambio se pone especial atención al material constructivo del volumen saliente y a la decoración a base de altos bambúes. Sin duda un diseño simple, moderno y genial.