Todos queremos vivir en casas bonitas, ¿estás de acuerdo con esta afirmación?, pero ahí no paramos, también queremos vivir en hogares limpios, y más que anhelarlo lo necesitamos porque la suciedad, traducida con la presencia de: hongos, moho, polvo y malos olores, va a mermar muestra salud, desde ligeras alergias hasta ya más complicadas congestiones, e incluso algún tipo de infección.
Debido a que la salud siempre debe ser lo más importante es que en esta ocasión homify ha querido mostrarte hábitos que hasta el momento habías visto como normales, pero que son un factor de riesgo hacia tu salud. ¿Los quieres conocer?, recuerda que el primer paso para erradicar dichos errores es reconocerlos.
Al cocinar se crean cantidades considerables de vapor, y esto conduce a un exceso de humedad; por lo tanto debes utilizar una campana en tu cocina que te ayude a liberar todo ese cúmulo gaseoso, de ese modo reduces y previenes la posibilidad de crecimiento del, tan odiado, moho.
Nunca comiences la limpieza de todo tu mobiliario sin asegurarte de que tu aspiradora tenga su filtro correspondiente, de manera que las partículas de polvo que vayas removiendo no sean sopladas de nuevo, sino mínimo padecerás una irritación nasal. De hecho, si constantemente estás constipado, ya sabes qué estás haciendo mal.
Esto también es importante y sigue formando parte del acto de usar la aspiradora. No olvides reemplazar el filtro con regularidad, ¿te sorprende el hecho de que tienes que cambiar el filtro?, esto sólo significa que no lo has cambiado antes, así que comienza a erradicar dicho error.
Estos aparatos que mantienen templados nuestros hogares necesitan un mantenimiento continuo, de hecho también usan filtros, y estos deben ser cambiarlos con regularidad. Si no lo has hecho nunca, comienza ya.
Dado que es un espacio que recoge una gran cantidad de humedad, tu baño necesita una ventilación adecuada para evitar el moho en todas aquellas esquinas o coyunturas. Si no lo haces de manera continua pronto verás manchas verdosas y cafés nada gratas y menos sanas.
Tienes abandonas tus canaletas, ¿verdad?, pues es muy probable que por la falta de mantenimiento tengan pequeñas fugas, las cuales ya estén acumulando humedad y con ello hongos. La solución primero es darle un cuidado inmediatamente, y seguir haciéndolo de forma continua.
Alfombras, almohadas, cojines y frazadas son algunos de los textiles que te rodean a la hora de dormir, pues entonces permítenos avisarte que mejor vayas quitando poco a poco todo eso, puesto que son excelentes recolectores de polvo.
Al igual que en la recámara, existe una cantidad impresionante de textiles en la sala de estar: así que pasa lo mismo, debes limitar las telas a un mínimo para reducir la cantidad de ácaros del polvo.
Las alergias a lo natural son muy frecuentes y hacen pasar momentos nada gratos a quien las padece, por ello incluso antes de padecer esos problemas respiratorios evita muchas plantas, especialmente todos los tipos de arbustos finos en tu jardín, incluso el exceso de flor, pues ello implica grandes cantidades de polen y éste es muy alergénico.
¿Tiene un olor a humedad en tu casa?, lo peor que puedes hacer es ignorarlo, mejor decide seguir tu olfato hasta encontrar la fuente, recuerda que un mal olor sólo es síntoma de algo más.
Tus montañas de papel también puede acumular una gran cantidad de ácaros del polvo, así que ese hábito no es nada bueno para tu salud, mejor compra mobiliario que te permita mantener ocultos y hasta mejor ordenados todos tus documentos.
Las hojas mojadas llevan moho y el polvo o lodo traen consigo contaminantes, ahora imagina, todo eso lo metes a tu casa mediante las suelas de tus zapatos.
La solución para este punto es de inspiración oriental: quita tus zapatos al entrar y colócalos en un armario, claro que este mueble lo deberás limpiar con regularidad.
No sacar tu basura a contenedores vecinales o mínimo a un espacio de tu jardín pueden tener efectos secundarios adversos, tales como la presencia de visitantes no deseados como son: ¡los ratones!
Las plantas de interior promueven el crecimiento de moho, y es que a las esporas de moho les fascina la cálida y húmeda tierra. Por lo tanto, la cantidad de plantas en macetas que tienes en tu interior debe ser limitada.
Sabemos que aquí muchos no estarán de acuerdo con nosotros, pues las mascotas se han vuelto un integrante más de la familia y con eso no estamos en contra, lo único que decimos es que, tanto por tu salud como por la de ellos, es mejor que cada quien tenga su lugar de descanso por separado y es que una convivencia de este tipo puede traer alergias, como mínimo.
Por supuesto que un hogar calientito se disfruta y mucho, pero lo que también es cierto es que el clima interior caliente es ideal para los ácaros del polvo y el moho. Dicho esto, mejor adquiere un termostato que mantenga tu casa a aproximadamente 20 ° C, así controlarás mejor la proliferación de visitantes poco gratos.
A pesar de que puede estar de moda, el papel tapiz no es anda bienvenido en el cuarto de baño, aumenta el riesgo de moho y eso nadie lo quiere, ¿verdad?
Esto es cuestión de mero gusto, aunque quizá después de esto mires con mejores ojos a los cierres. Si eliges cobertura de almohadas y colchón con cremalleras tiene menos ranuras donde se escondan los microorganismos dañinos.
La alfombra del cuarto de baño debe ser secada y lavada muy a menudo, de esta manera ningún hongo de la humedad tendrá cabida.
Incluso si no eres alérgico al polen, siempre las labores de limpieza y diseño en el jardín pueden irritar los ojos, la nariz y la garganta. Por lo tanto, lleva a cabo todas las actividades necesarias con una máscara y guantes, recuerda que los más importante es… tu salud.