Suelos de madera: diseños y posibilidades

Marisa Alcore Marisa Alcore
Reforma integral de un ático by marmarcos arquitecta, Mar Marcos Arquitecta Mar Marcos Arquitecta
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No hay ninguna duda: ni la piedra, ni la cerámica, ni ningún otro material le hace sombra a la madera a la hora de elegir un pavimento para nuestro hogar. Y es que este noble material no solo se adapta a cualquiera de nuestros estilos, desde los más clásicos hasta los más vanguardistas, sino que además pone la nota que todos buscamos en casa: la calidez. Da igual su tipo, color o veteado, cualquier madera resulta acogedora. Además, sus aplicaciones y formas son infinitas. No solo se emplean en suelos, también pueden utilizarse como revestimientos de pared, y crear diferentes efectos geométricos: espigas, puzles o planos continuos. 

En la actualidad, existen otros materiales que imitan a la madera, haciéndonos imposible diferenciar si es o no natural. Es aquí cuando surge la duda de qué tipo escoger, y tras esta, qué color o forma. Descubrimos en este libro de ideas las diferentes alternativas que nos ofrece el mercado en la actualidad. 

El parqué natural

El parqué es una de las posibilidades que nos ofrece la madera como pavimento. Este tipo de suelos nació hace varios siglos en Francia, como alternativa a los pavimentos de piedra. La madera conseguía la misma elegancia que el mármol y resultaba más económica. Están compuestos por tablillas, que colocadas bajo un mismo patrón conforman el tapiz del suelo. 

En esta imagen vemos uno de roble con nudos cepillados de Paumats S L. Cada una de sus lamas cuenta con una estructura tricapa que le otorga mayor estabilidad y comportamiento ante cambios ambientales. Sus formatos pueden adaptarse a diferentes formas de colocación: flotante, encolado o clavado sobre rastreles. En este caso se ha escogido un tono grisáceo y un acabado mate, perfecto para ambientes luminosos.

Un suelo barnizado

Sin embargo, los pavimentos de parqué nos ofrecen otras variantes diferentes, como podemos observar en este segundo ejemplo. Este otro caso de Carpintería Gómez nos muestra un pavimento de una vivienda residencial realizado con madera de roble de color miel y acabado barnizado. Aquí, el suelo brilla con diferentes tonalidades, gracias a las diferentes tablas que lo componen. Se ha escogido un parqué al hilo de piezas longitudinales, donde las juntas son inapreciables. 

Para mantener este tipo de suelos en perfecto estado, hay que evitar las humedades y aplicar solo productos especiales para madera. 

El perfecto imitador

Sin embargo, además de las maderas existen otros materiales que las imitan a la perfección. Es el caso del que vemos en esta imagen. ¿Quién creería que en realidad se trata de un suelo de gres para interiores? La puntera tecnología empleada por Interazulejo consigue crear un efecto de irregularidad que imita a la perfección los colores y veteados de cualquier tipo de madera. Con color cenizo y formato en espiga, estas baldosas crean el mismo efecto que los pavimentos de madera, ofreciendo altas resistencia y durabilidad y un fácil mantenimiento. 

Los vinílicos

Dentro de la gama de suelos que imitan a la madera, no podemos olvidarnos del vinílico. Este tipo de pavimentos está fabricado en realidad con un plástico continuo, cuya superficie exterior se imprime o graba con un diseño en concreto. Esta otra alternativa a la madera ofrece numerosas ventajas, tanto de resistencia como de aplicación. Es muy duradero, ya que es muy resistente al agua y a la abrasión. Entre sus características encontramos otras muy interesantes como que es antiestático y está esterilizado, por lo que no desarrolla hongos ni bacterias. Todo esto lo hace perfecto para zonas muy transitadas, o estancias húmedas en casa como baños o cocinas. 

Sus formas

Este pavimento se clasifica en dos tipos: vinílicos de losetas o lamas. El que vemos en esta imagen, de tono blanco y efecto rústico gracias a su aspecto envejecido, pertenece a la casa Gerflor.  Esta empresa ofrece dos variantes: las autoportantes y las autoadhesivas. En el primero de los casos, las piezas se colocan sobre una solera lisa y se unen entre ellas mediante una unión tipo clic o lock. En el segundo caso, las losetas o lamas se adhieren sin necesidad de cola sobre nuestra superficie del suelo. 

Madera en el exterior

Por último, os mostramos otra alternativa de este material, cuyo uso ha estado limitado durante mucho tiempo únicamente a estancias secas o ambientes interiores. Los avances de la técnica nos permiten emplear este tipo de suelos ahora también en el exterior, como podemos observar en esta fotografía. Tratamientos superficiales protegen a este material de uno de sus principales enemigos: el agua.

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