Consejos para crear un jardín japonés

María Bausán María Bausán
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Los jardines japoneses, tan diferentes al concepto europeo de jardín, resultan fascinantes y distintos. Quizás es la delicadeza de sus plantas, el estudio y la colocación precisa de sus piedras, los círculos de grava, los estanques  y sus pintorescos puentes. Estos jardines rezuman tranquilidad consiguiendo un efecto aparentemente contradictorio: ser naturales al mismo tiempo que estudiadamente artísticos. 

Pero ¿cómo conseguir dar a nuestros jardines ese aire oriental tan cautivador? Aquí van seis consejos para crear un jardín de estilo japonés.

1. Elegir las plantas adecuadas

La vegetación es el elemento más importantes de los jardines japoneses. Por eso hay que estar seguros a la hora de elegir las plantas que vamos a instalar en nuestro jardín:  rododendros, bojs, matorrales de bambú, cerezos y azaleas no pueden faltar en un auténtico jardín japonés. Pero en cualquier caso, el uso de la vegetación debe ser moderado. En el jardín japonés todo está en equilibrio y un exceso de plantas lo rompería.

2. Asegurar la privacidad

En el jardín japonés todo se crea con el objetivo de conseguir paz, armonía y serenidad. Para ello, es importante asegurar la privacidad y proteger el jardín, y los que disfrutan de él, de miradas indiscretas. Para conseguirlo, las vallas deben ser armoniosas con el ambiente, por lo que una pared de bambú, como la de la foto, o de piedras blancas, puede ser una buena opción para nuestro jardín japonés.

3. Equilibrio en el color

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En los jardines japoneses nunca encontraremos arbustos de flores multicolores: todo debe estar en equilibrio. Helechos, hierbas, musgo, arbustos de hoja perenne y bonsáis tienen un verde similar, que combina a la perfección. Por eso es importante estar atentos a la floración de nuestros árboles y buscar aquellos que coincidan en tiempo y color. 

4. La importancia de la piedra

Tan importantes como las plantas son las piedras. Una superficie de grava perfectamente rastrillada no puede faltar en un jardín japonés. La capa de grava debe ser de al menos cinco centímetros de espesor. La grava simboliza el agua del mar o de lagos y ríos. 

5. Un mar de flores

Como hemos dicho, los colores en los jardines japoneses deben estar también en equilibrio, por eso, los colores de las flores son solo dos: blancos y rosas. Especialmente en la primavera, cuando los cerezos florecen. En este momento, los jardines japoneses se convierten en la representación máxima de la belleza natural, un espectáculo increíble que atrae a muchos turistas. Pero hay otras plantas típicas de estos jardines que también nos regalan flores: los rododendros, las azaleas y los lirios de agua.

6. Que no falte el agua

El agua es esencial en el jardín japonés, ya sea un estanque o una fuente. Si además contamos con el suficiente espacio, lo más óptimo será intercalarlo con escalones o típicos puentes de madera japoneses. 

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