7 tips para que la visita de los suegros sea exitosa

Mariana Belisario Blaksley Mariana Belisario Blaksley
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En este libro de ideas les acercaremos 7 consejos para que la visita de los suegros sea un placer y no un incordio.

También les compartimos este otro libro de ideas para impresionar a las suegras, que se mantiene dentro de esa línea.

Cuando nos casamos o estamos en pareja, la familia del otro se convierte en parte de la nuestra y está bien que así sea. Ya sabemos que la parentela no se elige y lo mismo pasa con la familia política, pero si esperamos de nuestra pareja igual comprensión y la disposición de integrarse con nuestros familiares, lo justo es que de nuestro lado hagamos un esfuerzo equivalente.

Dicho esto, las relaciones con los suegros suelen ser más complicadas que las que tenemos con nuestros cuñados o cuñadas. Las razones que explican esta complicación adicional son muchas. Con los hermanos disfrutamos relaciones entre iguales, independientemente de las edades y las personalidades de cada quien. Con los suegros en cambio, existe esa jerarquía de padres y naturalmente están más acostumbrados a expresar sus opiniones en forma de consejos no pedidos. No debemos olvidar que es difícil para ellos dejar de ver a sus hijos como su responsabilidad y están acostumbrados a corregir y educar. Claro que como adultos, esta actitud puede ser difícil de tolerar, especialmente para los de afuera.  Otro punto álgido es la brecha generacional y es difícil de sortear. Por si fuera poco, cuando llegan los nietos, los suegros tienden a volverse aún más invasivos y es posible que terminemos resintiendo esta actitud, ya que tenemos nuestras propias ideas con respecto a la crianza de nuestros chicos.

Una visita de los suegros si bien puede ser una oportunidad para conocerse mejor y pasar ratos muy agradables, puede venir al mismo tiempo cargada de situaciones potencialmente explosivas.

No tenemos la pretensión en un site de diseño, de decirles qué hacer o no en relación con sus familias políticas. Sí podemos en cambio, darles unos cuantos tips, mostrarles unos espacios que les sirvan de inspiración y divertirnos un rato comparando maniobras de distracción para que este tipo de visitas sean todo un éxito.  

Limpieza general

Esta visita es una buena excusa para hacer una limpieza y no hablamos de una superficial, sino sumamente escrupulosa. No queremos que ojos expertos en estos menesteres examinen superficies buscando motas de polvo. 

Por otro lado no hay excusa posible para no tener una casa sino impoluta, al menos limpia y mucho más cuando recibimos visitas, sin importar quiénes sean. 

Lo mejor es aprovechar y hacer una sesión intensiva de limpieza que nos ayudará a mantenerlo todo impecable y en orden por el tiempo que dure la visita. 

Incluirlos en la galería de fotos familiares

Una linda forma de hacerles saber a nuestros suegros que están en nuestros pensamientos es tener fotos suyas a la vista. No con esto tenemos que sacrificar nuestras ideas de diseño, les aseguramos que las fotos de otras épocas con los marcos apropiados pueden ser elementos decorativos realmente espectaculares. 

Si no nos creen echenle un vistazo a este espacio creado por los amigos de Wallart Argentina. Por otro lado es lógico que a nuestra pareja le guste tener recuerdos de su infancia y su familia, así que ésta resulta una buena práctica en todos los aspectos.

Flores en todas partes

No existe ningún elemento decorativo más atractivo que las flores. Es el truco más viejo del libro y por un buen motivo: no falla. Ningún objeto por artístico o fascinante que sea se puede comparar con la vida, la vibración de color y el aroma de las flores.

Ubiquémoslas en lugares estratégicos donde puedan regalarnos desde cualquier ángulo el placer de tenerlas en casa. 

Para aliviar tensiones: alcohol

Una buena forma de limar asperezas es tomar la previsión de tener el licor o vinos favoritos de nuestros suegros en casa durante la visita.

No sólo les demostrará que estamos pendientes de sus gustos y que queremos que pasen una estancia agradable con nosotros, sino que también contribuirá a que todos estemos más relajados en presencia de unos y otros. Así que pongamos a enfriar las botellas y disfrutemos de tomarnos unas copas con ellos. 

Tener la heladera llena

Siguiendo la premisa de tener en casa las bebidas alcohólicas que sabemos que nuestros suegros más disfrutan, lo mismo aplica para la comida.

Poniéndonos en el lugar del otro, es incómodo estar en una casa ajena, tener hambre y vernos obligados a esperar hasta que sea la hora de la comida.

Podemos anticiparnos a esta circunstancia comprando distintas opciones para picar durante el día. Es importante recordar preguntarle a nuestra pareja cuáles son las comidas que sus padres disfrutan más y enfocarnos en ésas. 

Esconder cualquier detalle incriminador

Ciertamente los suegros no deberían tener acceso a la colección de lingerie sexy que guardamos en nuestro placar, ni siquiera por accidente. En ese espíritu, recordemos antes de su llegada poner fuera del alcance la evidencia de ciertos hábitos o aspectos de nuestra vida conyugal que son privados y que serían especialmente incómodos si tuviéramos que compartirlos con ellos. 

El lugar perfecto para su regalo

Muy probablemente, al principio o al final de la visita, nuestros suegros nos entregarán un regalo como muestra de su agradecimiento. Tan pronto como esto pase y para demostrar nuestra apreciación, deberemos encontrarle un lugar privilegiado, aunque no pensemos dejarlo allí una vez que hayan partido. 

¿Quién sabe? Podría incluso gustarnos o convertirse en ese elemento original y kitsch que nos estaba haciendo falta en algún ambiente. 

Esperamos que hayan disfrutado este libro de ideas y que les sirva para que la próxima visita de sus suegros sean un éxito rotundo. 

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