Enamórate de la renovación de esta casa antigua

Yasmina Polanco Yasmina Polanco
Renovation maison de village, Florie Vaujour Florie Vaujour
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Muchas personas creen que no es posible mejorar una vivienda antigua y fea, pero la verdad es que te puedes sorprender de lo hermosas que pueden llegar a quedar estas casas. Hoy mostraremos el caso de una vivienda desolada y antiquísima, de la que pasaron años antes que alguien se interesara para volverla a la vida. El resultado te impactará, quedarás enamorada de cómo luce hoy. Un antiguo edificio que guarda parte de su historia constructiva, pero que es una joya arquitectónica. No esperemos más y comencemos a ver el antes y el después.

Como lucía

Con más de 200 m2 esta fantástica vivienda de dos pisos está construida con una mezcla de hormigón y madera. Sus nuevos dueños desean modernizar su arquitectura desorganizada y antigua, para lo cual han decidido eliminar algunos muros y parte de su jardín.

Sus muros interiores

Cuando se ven las imágenes de la casa uno entiende lo antigua y abandonada que ha estado esta vivienda. A pesar de parecer de dos pisos, sus dueños antiguos nunca separaron la altura de sus muros en plantas independientes, lo que permite dejar algunas zonas como techo alto y otras para el segundo piso de la casa. Aunque no se alcanza a apreciar aún, la vivienda cuenta con una exquisita conexión entre interior y exterior.

EL Resultado

Al ver el cambio cuesta imaginarse la lúgubre vivienda que era. Con techos altos, mucha iluminación y espacio, se puede decir que esta vivienda renació entre las cenizas. Sus marcos negros y amplios ventanales llenan de luz y calidez hasta el rincón más oculto, complementándose de manera exquisita con el piso en madera y los muros blancos del interior.

Completamente moderna

Algunas zonas de la arquitectura interna se mantuvieron como el comienzo, conectando así las habitaciones principales con otras de menor protagonismo. Este detalle único vuelve el interior de esta casa en todo un enigma. Algo que sí cambió fue la decoración de su interior, los muros antiguos se renovaron gracias a los muebles y accesorios modernos y frescos que han incorporado sus nuevos dueños.

Un cielo que se cae a pedazos

Uno de los grandes detalles que tenía la vivienda era su mezcla entre hormigón y madera, que se ubicaba en la parte superior de la estructura. Estas vigas eran las que se usarían para fijar la segunda plana de la vivienda ¿Qué habrá sucedido? ¿Cómo habrá quedado?

Una mezcla entre rústica y moderna

¡Qué maravilla como luce! Cuesta imaginarlo pero es verdad, los nuevos dueños se dieron el tiempo de reparar la madera y las vigas de la parte superior de la casa, permitiendo así montar el segundo piso que permitirá ampliar el uso de la vivienda. Lo más llamativo es la nueva mezcla que se originó a partir de esto, los troncos a la vista otorgan un estilo rústico que se mezcla con lo moderno.

Una cocina completamente equipada

Otro toque que añadieron los nuevos dueños a esta casa fue el color, quebrando los espacios con tonalidades fuertes como el rosa o papeles murales fuera de lo común. Esta mezcla permite otorgar más luz y alegría al espacio sobre todo por la sobriedad de sus muebles, que en su mayoría sin en la gama del gris. Al igual que el resto de las habitaciones, la cocina es un lugar moderno, bien equipada y con un mesón diario para desayunar antes de salir.

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Habitaciones lúgubres y viejas

Esta era una de las habitaciones de la vivienda, un lugar viejo, oscuro y sin vida. Llama la atención lo destruida que luce tanto el piso como los muros, las grietas y el estado del hormigón son detalles en los que debieron indagar los arquitectos.

Espacios renovados

Increíble pero cierto, la nueva habitación se convirtió en un sitio acogedor, luminoso y muy espacioso. Se conservó el único y gran ventanal pero se sacó provecho a los metros cuadrados y los altos muros, incorporando en ellos dos tonalidades que llaman a la paz pero también a la alegría.

Con toques distintos

Nos despedimos mostrando esta pequeña habitación que hoy es una sala de estar, ideal para leer un libro o para que los más pequeños jueguen. Al igual que la cocina sus dueños quebraron el espacio con un papel mural con detalles en gris y negro. El contraste lo entrega el mobiliario simple y austero, que consta de unos cojines morados y una mesita de centro negra.

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