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El estilo industrial comenzó en los 70s y 80s de la mano con el furor que causaron los lofts neoyorquinos y londinenses, que no eran otra cosa que galpones industriales devenidos en departamentos, que inicialmente ocuparon artistas de todo tipo de disciplinas, manteniendo esa impronta urbana que eventualmente se convertiría en un estilo arquitectónico y decorativo hecho y derecho.
No todos tenemos la fortuna de vivir en enormes lofts, con techos a doble altura, pero si nos encanta este estilo, los muebles y accesorios correctos pueden darle a nuestros espacios una impronta industrial muy interesante.
Los materiales también tienen su lugar, siendo el hierro, el vidrio, el hormigón o el ladrillo visto y la madera con poco o ningún tratamiento, los principales protagonistas.
La doble altura, los espacios integrados con entrepisos, mucho hierro y otro metales, ventanales gigantes de vidrio y revestimientos sin tratamientos que los hagan más pulidos son un excelente punto de partida, si queremos darle a nuestra casa una impronta de loft industrial de los 80s.
En la decoración propia de este estilo, podemos permitirnos el uso de colores oscuros como el negro. En este loft, conviven con soltura revestimientos de madera con paredes de ladrillo visto y muros graffiteados que nos transportan directamente a la década del 80. Los techos de hormigón y pisos de cemento alisado son otras características propias de esta impronta.
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El estilo industrial en su decoración se presenta esencialmente urbano. También y debido a ese look fabril que tenían los galpones que se transformaron en viviendas, elementos reciclados como palets y adornos hechos con aparatos antiguos contribuirán a que este look se consolide.
En cocinas y otros ambientes, los muebles y superficies metálicas son el camino más corto para darle un aire industrial a cualquier espacio. El mueble de acero inoxidable y los bancos cromados son el complemento perfecto para el mueble de madera y las subway tiles que revisten la pared. ¿Un toque simpático? El cartel de luces de neón de adorno.
También es posible aplicar el estilo industrial en el baño, con los azulejos indicados y con mucho hierro y vidrio.
El ladrillo visto es el revestimiento más representativo del estilo industrial, ya que muchas de las antiguas fábricas y galpones estaban construidos con ese material. Para que tenga un real sentir fabril, el ladrilo visto debe verse gastado.
Los lofts tenían expuesta una buena parte de su estructura, lo cual los hacía recintos muy impresionantes. Una recomendación es deshacernos de los cielo rasos, ya que la estructura de la techumbre puede resultar mucho más atractiva y hacernos ganas varios centímetros de altura.
En el mismo espíritu, los caños y tuberías de toda índole en lugar de ocultarse o recubrirse se dejan expuestas, con alguna capa de pintura o en su color original. Esta estética no sólo resulta muy canchera, sino que también es muy práctica, ya que al momento de sufrir pérdidas de agua, se puede ir a la raíz del problema sin necesidad de derribar paredes.
