Cómo limpiar la cocina con productos naturales

Casandra Mincinoiu Casandra Mincinoiu
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La cocina es una de las estancias en la que más suciedad se forma. Ya sea a través de la comida, de los vapores que se producen, la grasa de los alimentos… Por otro lado, si todo lo que se ensucia no lo limpiamos en el momento, generalmente, se acumulará más y esto hace que sea más complicado de limpiar a posteriori. Actualmente, en el mercado existen numerosos productos que nos ayudan a quitar toda la suciedad acumulada. Pero bien es cierto que son productos muy abrasivos y que en ocasiones pueden soltar efluvios que son nocivos para la salud.

Para evitar esta situación, te proponemos varios trucos para limpiar la cocina con productos naturales. De esta forma, podremos contribuir con la ecología y el cuidado del medio ambiente.

La limpieza de las campanas extractoras

En la mayoría de las cocinas, existen las campanas extractoras. Son unos electrodomésticos muy útiles a la hora de cocinar. Al estar encima justo de la zona de cocinar, acumula mucha grasa y a veces resulta difícil de limpiar. Las campanas suelen ser de acero inoxidable de acabado mate, por lo que es muy fácil que se queden manchas perennes, tanto de nuestras huellas o de la propia grasa. Para darle brillo a este material, al igual que los fregaderos, puedes usar ginebra. Te puede parecer una locura pero lo cierto es que el efecto es inmediato. `Para ello, has de coger una bayeta suave y húmeda, y añadirle un chorro de ginebra. Con esta bayeta frotas bien y… voilà!

Otra opción es la de abrillantar con zumo de limón. Lo extiendes sobre la campana, aclaras con agua y seguidamente se seca con una bayeta. Elige el truco que más se adapte a ti.

Azulejos impecables

Cocina Time2dsign Cocinas modernas

Los azulejos son un elemento que crea grandes controversias en las cocinas o baños. Son muy fáciles de limpiar y mantener, y muy higiénicos, pero las juntas se llenan de suciedad y acaba siendo nuestra peor pesadilla. Un líquido multiusos ecofriendly es el vinagre: lo puedes usar en cualquier ámbito prácticamente, como has ido viendo a lo largo del artículo. Para que los azulejos y las juntas estén impecables tienes que mezclar una buena cantidad de vinagre de vino blanco con agua en un cubo. Mojamos papel de periódico en esta mezcla y lo pasamos por los azulejos y sus juntas, insistiendo en las zonas que sean más difíciles. Después de este paso, cogemos un paño limpio (preferiblemente que no deje pelusa) y humedecido con agua, y retiramos los restos de la mezcla de vinagre y agua.

Vitrocerámica

Al igual que las sartenes, la vitrocerámica es lo que, probablemente, más empleamos en la cocina para procesar nuestros alimentos. A veces, salpica comida, se cae sobre la propia vitrocerámica y acaba secándose, o quemándose y se adhiere a la placa de manera indeseable. Para ello, te enseñamos un buen truco para eliminar estas manchas: tienes que exprimir un limón sobre la vitrocerámica y dejarlo actuar unos minutos. A continuación, se pasa una bayeta húmeda y todas las manchas desaparecerán. En ocasiones estas manchas puede que sean más difíciles de quitar, por lo que puedes usar una rasqueta para vitro.

Si también quieres desinfectarla a parte de limpiarla, puedes diluir un poco de vinagre en agua y frotas la placa con una bayeta. Desaparecerán las manchas residuales y quedará un brillo envidiable.

Desatasco de tuberías y grifos brillantes

Las tuberías pueden llegar a acumular mucha comida y eso implica que se producen atascos que a ninguno nos gustaría tener. Hay muchos trucos más que te ayudan a saber cómo limpiar la cocina con vinagre, pero uno de ellos es para las tuberías: has de verter una taza de vinagre y ora de bicarbonato sódico por el desagüe a desatascar. Una vez lo hayas dejado reposar unos minutos, échale agua hirviendo. Puedes emplear también levadura en lugar del bicarbonato. Para los malos olores, vierte un poco de levadura, y agua hirviendo después.

Para que tus grifos estén impecables y brillantes, sólo será necesario frotarlos con un paño impregnado en zumo de limón, lo que también hará que prevengas la acumulación de cal.

Limpieza del horno

El horno es uno de los electrodomésticos que más se ensucia al cocinar, junto con la vitrocerámica y la campana extractora. Hay veces que cuesta más limpiar el horno, porque hay restos de comida calcinada, o grasa acumulada, o salpicaduras de comida sobre las paredes del propio horno. Para saber cómo limpiar la cocina con limón y bicarbonato es muy sencillo. Debes esparcir el bicarbonato sobre paredes y base del horno, y rociar con agua, con cuidado de no estropear ningún mecanismo del funcionamiento del mismo, como ventilaciones o resistencias.

Esta solución se debe dejar actuar durante dos horas y se retirará todo con paño de microfibra. Si las manchas son más antiguas, agrégale el limón antes del agua, y deja actuar. ¡Se irá todo de forma instantánea!

Muebles y suelos

Algo muy importante en las cocinas, a parte de los electrodomésticos, son los muebles y el suelo. Aunque parezca increíble, la grasa se llega a acumular en los muebles, e incluso en el propio suelo, sólo por proyección y por evaporación de lo que estamos cocinando. Tienes una forma muy fácil para saber cómo limpiar la cocina con mucha grasa: el vinagre blanco. Este producto tiene un olor fuerte y algo molesto, por lo que es bueno que lo reduzcas con un poco de agua y unas gotas de zumo de limón. Puedes introducirlo en un bote con rociador para que te sea más sencillo esparcirlo sobre el mueble. Limpia los restos con un paño de microfibra.

Esta solución la puedes emplear también en el resto de suelos, como los de los baños, en caso de que sea gres como podemos encontrar en la mayoría de las cocinas.

Sartenes

A diario empleamos las sartenes y ollas para cocinar lo que posteriormente vamos a comer. La idea no es cocinar en utensilios que están sucios, ¿verdad? Para ello te vamos a explicar cómo limpiar tus sartenes y otros utensilios, como las bandejas del horno, de manera efectiva, ecológica y sencilla: has de mezclar media taza de bicarbonato de sodio con un poco de agua, hasta que resulte una pasta cremosa. Con esta pasta, y un cepillo o un estropajo, frotas el utensilio que tiene restos de comida pegada y quemada.

A todo esto, te ayudará que emplees agua caliente en este proceso, para favorecer que las manchas pegadas se reblandezcan y salgan mejor.

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