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Estas casas en forma de U demuestran lo mejor de la arquitectura chilena. Funcionales y modernas ha sido diseñadas por reconocidos profesionales y cuentan con espacios y vistas increíbles a su entorno.
Los proyectos se destacan por sus imponentes volúmenes, formas rectangulares y diversidad de materiales. Otras características son el aprovechamiento del espacio y el gran reto de construir, en algunos casos, en terrenos en pendiente. En este libro ¡las conocemos! Pero antes te mencionamos dos ventajas del diseño en forma de U:
Situada en Curaumilla, Valparaíso, esta casa en forma de U se ubica en un terreno que cae al mar con una fuerte pendiente, lo que provoca vistas increíbles al entorno.
En cuanto al programa incluye dos habitaciones en suite, baño de visitas, servicios y un espacio principal y abierto para la cocina, comedor, estar y terrazas, de modo que funcione como un centro de reuniones sociales y familiares más que de vida individual.
Se plantea un proyecto separado en dos volúmenes orientados en dos direcciones distintas y conectados por medio de un corredor translúcido y un patio intermedio semi-interior.
El primero de los volúmenes es donde acontece la vida social y se entierra en el suelo. Hacia el otro sector, antes de que la casa empiece a despegarse del suelo, se desprende un brazo en sentido contrario (oriente – poniente) que recorre la cota y conecta con el volumen de dormitorios, de dos pisos. Este corredor actúa, junto al patio que se conforma por el encuentro de los dos volúmenes, como una separación entre lo individual y lo colectivo permitiendo la independencia de ambos mundos y se constituye una “angostura” traslúcida que filtra el lugar, mar e interior, extendiéndose los límites visuales más allá de lo construido.
La fachada exterior de esta vivienda presenta un basamento hecho de piedra y que confina a toda la planta baja, mientras la planta alta es un volumen colocado sobre dicha base con un acabado en pintura blanca. El contraste de estos materiales se acentúa por sus diferentes geometrías que se cruzan para generar sombras que provocan interesantes perspectivas.
La madera es el material elegido para los marcos de las ventanas y la puerta principal. El elegir los materiales aparentes le da mucha calidez a la fachada.
Al interior la casa se abre sobre ambos cuerpos. La planta baja, con grandes ventanales, promueve un diálogo entre los espacios interiores y el exterior. Las áreas sociales de la casa se comunican así con el jardín. El cuerpo superior, si bien tiene grandes ventanales que abren el espacio, una celosía de madera aporta, además de un elemento de diseño, intimidad a las áreas privadas del proyecto.
La piscina y el asoleadero están bordeados por el jardín. Un estar exterior, que cierra el cuerpo del edificio, está confinado por una cubierta de pérgolas que parece flotar sobre este espacio informal.
Esta vivienda, según sus mentores, busca proyectar una arquitectura que asuma la complejidad de acoger las interacciones cotidianas entre los habitantes; y la búsqueda de un espacio de comunión con el paisaje. Es así como los dos cuerpos principales parecen brotar de la cima de la colina en la que se asientan.
Dos prismas de hormigón aparente, muy bien ejecutados, se conectan a través de una circulación muy transparente. Son las aberturas los personajes principales en esta propuesta. Sobre uno de los volúmenes descansa un marco en color negro que contiene una habitación mientras que el otro cuerpo es un juego interesante de volúmenes en donde las diferentes alturas participan de manera muy particular en la composición.
Una terraza se origina entre ambos cuerpos frente al corredor. Esto le da escala a la fachada y le aporta el toque de color con el mobiliario en madera natural y lona.
Esta casa en forma de U se encuentra en Chamisero, a las afueras de Santiago. La vivienda se distribuye en dos pisos, con una fachada cerrada hacia la calle, protegiendo los espacios interiores de la luz poniente, y una fachada abierta hacia el jardín interior. Dos volúmenes paralelos conforman los espacios abiertos exteriores, en el cual se inserta una franja construida, constituida por el quincho y la piscina. El segundo piso, un volumen flotante, alberga los recintos privados.
Exteriormente, la casa se conforma de muros livianos revestidos por sistema EIFS, necesarios para hacer frente a las alta y bajas temperaturas del verano e invierno, y de unos muros de hormigón tableado, que conforman el esqueleto de la vivienda. En la planta baja los recintos, manteniendo cada uno su privacidad, se unen de manera orgánica, a través de un pasillo central que se abre hacia el exterior. El segundo piso alberga las estancias privadas.
La casa busca desplazarse de forma horizontal en el terreno. Unos muros de hormigón tableado configuran el esqueleto de la vivienda, la cual se conforma por un volumen paralelo a la calle, y dos volúmenes que salen de este, hacia el jardín, separador por espacios de luz y muros acristalados.
En este libro encuentra más proyectos fabulosos: 5 ideas para agregar un segundo piso a tu hogar
