En el libro de ideas de hoy vamos a hablar de las cocinas en L. Así se llaman las cocinas que se componen de dos áreas, divididas por un ángulo de 90°. Los diseñadores de cocinas se decantan con mucha frecuencia por este tipo de distribución en plantas alargadas o en ambientes que necesitan un amplio espacio despejado como acceso, ya sea porque tienen puertas corredizas al exterior o porque se trate de cocinas abiertas al comedor y otras áreas sociales.
Este tipo de distribución es muy flexible, y funciona para todos los tamaños de cocina, pero es especialmente recomendable cuando se trata de cocinas de pequeñas a medianas o angostas, ya que al empotrarse sobre sólo dos paredes los muebles de cocina, el espacio en la zona central de la cocina queda libre, evitando obstáculos que nos molesten al movernos de un lado a otro, una ocurrencia muy común en un espacio tan activo como la cocina.
Acompáñennos a conocer varios ejemplos de cocinas en L que esperamos que les sirvan de inspiración a quienes tengan en sus casas esta distribución.
En estos casos, a los muebles de cocinas empotrados en dos paredes se le suma una isla de cocina en el centro. Sólo recomendable para cocinas en L con integradas o muy grandes.
Como decíamos al principio, esta distribución nos permite aprovechar al máximo un espacio pequeño, sobretodo con muebles del piso al techo.
Si queremos incorporar una cocina en el quincho, la cocina en L puede ser la opción más indicada, para dejar el espacio central despejado.
La combinación de blanco y madera se ve sensacional en cocinas en L y de cualquier otra distribución.
Quienes quieran que su cocina en L transmita una sensación de serenidad pero sin renunciar a un toque de color, pueden elegir tonalidades pasteles.
Así como la isla, la barra es una gran adición a la cocina en L siempre y cuando haya espacio suficiente.
Estas cocinas pueden delimitarse visualmente del resto de la planta usando un revestimiento diferentes para el piso o para el techo.
Una de las ventajas de este tipo de distribución es que puede permitirnos incluir un comedor de diario en el espacio libre.
Las cocinas en L independientes muchas veces vienen con esa diagramación desde el principio. Lo importante es adaptarse a ese tipo de cocina aprovechando cada centímetro de pared.
En esta cocina, se integro el comedor a la cocina, formando la L justamente con la unión de la isla y de la mesa del comedor.
Las cocinas integrales en L hacen juego con la pureza de las líneas que ya viene determinada por la forma del espacio.
Las cocinas campestres con lavaplatos rectangulares también funcionan de maravilla en esta distribución.
Un look minimal que se adapta perfectamente al ángulo y a las líneas de la cocina en L.
Algunas personas prefieren utilizar colores vibrantes en este espacio, ya que se supone que es un espacio de mucha actividad.
Las cocinas como la de la imagen por más que tienen un área bastante grande, muchas veces tienen el problema de ser angostas. En estos casos este tipo de distribución es la más indicada.
La cocina en L nos permite en ciertos tipos de escaleras, aprovechar el espacio inferior para instalar muebles a medida.
Son la forma más rápida de instalar los muebles de cocina para esta o cualquier distribución, ya que llegan en módulos y se ensamblan ya armados.
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