El color es un elemento primordial en nuestra vida cotidiana, el color está en todas partes, dispuesto a nuestra recepción, y es tan influyente en nosotros que nos lleva a una reacción inmediata, por ejemplo, el color rojo y nuestra respuesta de alerta.
El color han ido adquiriendo distintos significados, e incluso, pasando de un interpretación inicial abordada desde una perspectiva física, a ser visto como un estímulo de sensaciones y pieza clave en el diseño (interior y exterior).
Hoy en homify nos concentramos en un color: el rosa; y en una habitación: la recámara. Con esta fabulosa combinación, nuestro protagonista será el cuarto rosa y veremos lo bien que luce rosa en cuartos de niñas y habitaciones de mujeres, pero también en recámaras de matrimonios.
¡Sin más, leamos esta guía y aprendamos cómo combinar el rosa con total éxito!
El color es quizá el primer elemento que registramos cuando vemos una habitación por primera vez. Por eso es muy importante que, al usar el color rosa en recámaras para mujer, se elija muy bien los colores que van a contrastar con el tono rosa principal, por ejemplo, un tono neutro (blanco, gris o beige) o un tono de rosa más intenso (bugambilia, magenta, fucsia).
El color rosa, por su uso milenario en épocas pasas, es típicamente considerado para habitaciones para mujeres y cuartos de niñas, a grado tal que hubo un momento en el diseño interior que ese uso había llegado a hacer una costumbre. Hoy se puede utilizar el azul y verde para ambos sexos así como el rosa o el morado, sin embargo, tampoco es erróneo seguir usando acentos de color rosa para definir el género de una recámara, el punto es no asociarlo de un modo prohibitivo a un genero.
También el tono de rosa tiene que ver (y mucho) con la esencia del cuarto rosa, no es lo mismo un rosa mexicano que un palo de rosa. El primer tono conformará una atmósfera más moderna y sofisticada, mientras que el tono palo de rosa puede crear un ambiente romántico y hasta vintage.
Si deseas lograr una decoración al estilo shabby chic en recámaras para mujer o cuartos de niña-adolescentes, el rosa es el color que no puede faltar. Lo puedes combinar con tonos pastel y con diversos tonos de naranja suave, como el melocotón de los cojines que adornan la cama en esta fotografía.
Por su relación con la sensibilidad y el romanticismo, el cuarto rosa se ha convertido en las últimas décadas en una fiel habitación representativa de la feminidad.
¡Dato curioso!
La asociación de color rosa con la feminidad es la que ha llevado a bautizar con su nombre un género literario destinado esencialmente a mujeres: la novela rosa, qué también es conocida como novela romántica.
En habitaciones rosas de poca altura, se aconseja utilizar un valor cromático neutro en muros y plafones para crear una continuidad visual del espacio y concentrar el color rosa en algún punto medio de la habitación para crear el efecto psicológico de mayor altura. Esa es la razón del porqué el cuarto rosa tiene un atmósfera gris y concentra el tonos de rosa en la base de la cama y la cabecera.
El rosa es optimista y equilibrado, por eso en el diseño de interiores suele estar presente en habitaciones para mujeres. Ahora, bien, aunque un ambiente rosa pálido es tranquilizador, cómodo, agradable, ayuda a conciliar el sueño, equilibra las pasiones y las obsesiones, también se pueden crear recámaras para mujer que sean atrevidas y excitantes con ayuda del rosa intenso o rosa eléctrico.
Cuando en un cuarto rosa, se decide pintar las paredes de este color, se logra dar un toque de positivismo y también de luminosidad. Dependiendo del tono, si es un rosa claro o pastel, transmitirá calma y tranquilidad; si es un tono más intenso, cercano al fucsia, transmitirá más energía y ánimo positivo.
¿Las habitaciones rosas te gustan más cuando tiene tonos claros o intensos?
En lugar de optar por una totalidad del color rosa, unas pinceladas bien elegidas pueden elevar el la batuta en el tono de la habitación. En recámaras para mujer, unas cortinas en un tono pálido refrescarán la estancia sin necesidad de cambiar el mobiliario o pintar paredes, así como también lo puede hacer un edredón para la cama.
Para crear un ambiente acogedor, el rosa se puede combinar con gris, beige y tonalidades de marrón. También se puede lograr un ambiente alegre, con colores verde pastel, limón y amarillo en cuartos de niñas que aman hacer de todo en su recámara: jugar, estudiar, descansar, bailar, etcétera.
Si no te atreves aún a pintar el cuarto rosa por completo, una alfombra de ese color en un tono sutil polvado o fucsia (para un toque más atrevido) añade un toque atractivo sin resultar tan invasor en los cuartos de niñas y habitaciones para mujeres.
El color rosa es ideal para recámaras para mujer y para los cuartos de niñas, aunque para alcanzar un éxito rotundo se debe pensar también en las texturas de los materiales. En definitiva, el material de los accesorios también juega un papel fundamental.
¡Consejo!
Las superficies de color rosa mate se ven mejor que las brillantes.
El color rosa nace de la combinación entre rojo y blanco, que son colores opuestos y psicológicamente contrarios, por tanto el rosa, como color intermedio, adquiere cualidades de ambos que contagia en cada rincón de habitaciones para mujeres y cuartos de niñas. De este modo, se puede lograr una decoración ligeramente atrevida, pero al mismo tiempo con cierto aire de romanticismo.
Ahora el rosa se asume como un color neutro, cuando su tonalidad es clara puede ser equiparable con el blanco o el beige. De este modo, las habitaciones rosas se introducen en los hogares, en grandes o pequeñas dosis, garantizando que su tono alegre, ligero y vital, de a los espacios una buena dosis de energía.
Algunos artículos y telas en un rosa empolvado permiten decorar (sin saturar) cuartos de niñas pequeñas. Si bien esta decisión la toma los padres, es un tono que a la bebé o pequeña le aporta pasividad y le da un toque muy distintivo entre el resto de las habitaciones.