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El término gótico se aplica generalmente a la arquitectura y a las enormes catedrales medievales del siglo XII. El estilo neogótico es una re interpretación posterior de esas majestuosas construcciones diseñadas por grandes maestros. Algunas características del estilo neogótico son los techos extremadamente altos, arcos apuntados, vidrieras altas y superficies interminables de decoraciones lujosas y ornamentadas. En este libro encuentra algunas ideas sobre este estilo que puedes incluir en tu casa. Los decoradores lo suelen utilizar en algunos proyectos eclécticos pero no es la única opción. Aprende más sobre este estilo. ¡Acompáñanos en este recorrido!.
El neogótico es un estilo arquitectónico que estuvo muy en boga a finales del siglo 19. Como su nombre lo indica se trata de una reinterpretación de los elementos arquitectónicos del estilo gótico que fue famoso en Europa entre los siglos 12 y 13, pero adaptados a una realidad más actual.
A la fecha se pueden ver detalles de este estilo que de vez en cuando se utilizan en arquitectura contemporánea. Es así como podemos observar este estilo combinado con corrientes más contemporáneas. Un ejemplo es en el diseño de interiores al combinar piezas de mobiliario de diferentes épocas y estilo.
El estilo neogótico surge como un movimiento de vanguardia en Europa a mediados del siglo 19 y luego se extendió por América. En la actualidad este estilo lo puedes aplicar en espacios, mayormente, amplios y luminosos. La paleta de colores favorita de este estilo es el color negro y gris. Los detalles se reservan para el color plata y oro. Incluye materiales ricos y pesados para cortinas y tapizados.
El movimiento modernista impulsó a muchos arquitectos a buscar maneras de retomar elementos de la arquitectura gótica y plasmarlos con los avances de la época. Este estilo no sólo se vio reflejado en la arquitectura como tal, sino que también se plasmó en elementos como ventanales o herrerías.
La arquitectura neogótica es fácilmente reconocible por utilizar los elementos más característicos de este estilo, como los del gótico flamígero, en donde los remates de palacios o iglesias parecían despuntar hacia arriba. En el caso de los muebles de este estilo son fabricados en madera de color oscuro.
Muchas cúpulas de edificios oficiales e iglesias del siglo 19 y 20 utilizaron este lenguaje para sus remates. En las piezas de mobiliario se priorizaba las texturas puras con múltiples decoraciones y detalles.
El estilo gótico es irrepetible. Aun con los intentos del neogótico, el concepto principal de dicha arquitectura estaba ligado fuertemente a la tradición religiosa de la Europa Medieval. Los arcos en el respaldo de esta silla son una reinterpretación de este estilo.
Los edificios de estilo neogótico se “desmaterializaban” dejando al interior espacios de grandes dimensiones que dejaban al hombre en su escala real con relación a la deidad. Así, la fachada gótica era una serie de vitrales y estructuras muy esbeltas que permitían al interior esta grandeza.
El arte neogótico, por su parte, tiene más que ver con movimientos políticos de carácter nacionalista y con el Romanticismo de la época. En el diseño de decoración las piezas son extremadamente ornamentadas.
Hacia el interior el estilo neogótico se puede aplicar en casi todos los espacios y no es necesario que tengas una construcción súper grande para lograrlo. Mezcla muebles de de alta gama con antigüedades curiosas. Comienza con un candiles de luces, un sillón de inspiración victoriana.
Hubo una gran campaña en países como Gran Bretaña, Alemania o los Estados Unidos para construir edificios estatales bajo el estilo neogótico, mientras que a su vez se erigieron nuevas catedrales bajo el mismo criterio. En materia de objetos deco en estilo prevalecen los candelabros, candiles y objetos sacros.
Al ser un movimiento con fuerte sentido nacionalista, el estilo neogótico se extendió enormemente por los países latinoamericanos que buscaban a la vez un movimiento arquitectónico de vanguardia así como deslindarse de su pasado colonial, representado por el neoclásico y el barroco de siglos atrás. Al igual que en los países europeos, en América se construyeron tanto iglesias como edificios gubernamentales en arquitectura neogótica.
Si bien los movimientos de principios del siglo 20 dieron una vuelta de hoja en cuanto al auge que tuvo el estilo neogótico, aun pueden encontrarse propuestas que, si bien no recaen en el elemento neogótico como tal, sí hacen un guiño al arte neogótico con grandes vitrales, estructuras muy esbeltas o elementos como gárgolas estilizadas.
En la actualidad es muy común encontrar pequeños objetos que se inspiran en el estilo neogótico. Desde porta velas a objetos de arte, hay opciones para todos los gustos y espacios. Es un estilo que se adapta muy bien en los espacios vintages, boho o eclécticos.
Si te gusta el neogótico y lo quieres incluir en tus espacios recuerda de escoger una pieza que equilibre con el resto de los elementos. De esa manera, el resultado será mucho más armonioso.
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