¿Ya conoces las características y propiedades de la paleta de colores pastel? En este artículo te contaremos todo acerca de estos colores atemporales.
La paleta de colores pastel está integrada por una familia de colores que cuentan con una saturación de baja a intermedia, y generalmente se los define como ligeros, suaves o neutros. Entre los tonos pastel más comunes podemos encontrar a los azules, verdes, amarillos y rosas claros. Por lo general son las versiones más claras de estos colores, ubicados en la parte de la gama más próxima al blanco.
Los fondos color pastel en pintura para interiores se usan usualmente para decorar habitaciones infantiles, ya que por su escasa intensidad favorecen cierta sensación de calma y tranquilidad que resulta positiva para la mayoría de los niños. De todas formas, un color pastel también puede ser una excelente opción para otros ambientes y estancias del hogar como veremos a continuación, para las cuales estos tonos suaves pueden ser de gran ayuda para lograr determinados efectos.
Los tonos pastel son matices de colores a los que se les añade algo de blanco. Esto hace que se vuelvan más suaves y delicados. Por lo general se asocian a un acabado mate suave, menos saturado que el tono original. Por esta razón, resultan ser lo opuesto a lo que se suelen denominar colores vívidos o vibrantes.
Las tonalidades pastel se consideran relajantes, y son asociadas habitualmente con la neutralidad y la suavidad. Decorar una habitación con paredes en tono pastel servirá esencialmente para evocar un clima de relajación. El color blanco, que como dijimos es el color neutro que se usa para obtener estos tonos, es sinónimo de pureza, claridad, apertura y expansividad, por lo que cualquier color mezclado con blanco adquirirá algunos de estos atributos.
Los ambientes o estancias pintadas de color pastel en un hogar suelen asociarse con espacios cálidos y confortables. A su vez, cada tono de color pastel transmite una serie de emociones según la psicología del color. Por ejemplo, los rosas pastel suelen ser considerados los más románticos de la paleta de colores pastel, mientras que el azul se vincula con una sensación de serenidad y el verde por sus propiedades tranquilizantes.
A continuación, te compartimos algunos ejemplos de tonalidades de color pastel y cómo se componen:
Blanco + Azul = Celeste
Blanco + Azul Verdoso = Aguamarina
Blanco + Marrón = Ocre
Blanco + Naranja = Salmón
Blanco + Negro = Gris
Blanco + Ocre = Marfil
Blanco + Rojo = Rosa
Como hemos dicho la paleta de colores pastel sirve para combinar colores más llamativos o vibrantes con blanco u otros colores que le den una apariencia más suave. Algunos pintores famosos han desarrollado una gran predilección por este tipo de colores, como Renoir, Degas o Manet, por lo que una estancia con acabados en estos tonos tendrá incluso la posibilidad de recordar los paisajes impresionistas y bucólicos que pintaban estos artistas.
Por sus efectos los colores pastel se vienen utilizando desde hace tiempo en la decoración de interiores, pero esto no quiere decir que hayan pasado de moda. Al contrario, se trata de una alternativa sumamente popular que es garantía de atemporalidad. Aunque habitualmente se asocian con habitaciones infantiles, casas de playa o de estilo clásico o romántico, la realidad es que son sumamente versátiles y admiten un sinfín de combinaciones posibles.
Una opción para incorporar a los colores pastel y sus efectos a tu hogar será pintar una o varias paredes en alguno de estos tonos. Pero si no estás completamente seguro sobre cómo se vería, puedes comenzar incorporando algunos accesorios o complementos más pequeños.
Si las paredes de una habitación determinada están pintadas de algún color neutro (blanco, gris, beige, ocre) introducir algún objeto decorativo de color pastel puede ser una excelente opción para que el ambiente adquiera mayor vivacidad. Por ejemplo, en una recámara puedes incorporar ropa de cama en la paleta de los colores pastel, o un mueble como el sofá o un sillón ocasional puede lucir muy bien en una sala.
Como mencionamos, el azul, el rosa, el verde y el amarillo son algunos de los tonos de color pastel más elegidos en decoración. A continuación, veremos concretamente qué sensaciones son capaces de transmitir cada uno.
La combinación del azul con blanco da lugar al celeste, un color que transmite varias de las sensaciones asociadas al azul (frescura, confianza, tranquilidad) por su natural asociación con el cielo y el mar. Ya que se trata de un tono frío, su combinación con otros colores cálidos como marrón o naranja puede resultar en contraste muy interesantes.
El color amarillo se caracteriza por ser un tono muy fuerte y llamativo que transmite demasiada energía, y si no se lo usa con mesura puede incluso llegar a resultar irritante a la vista. Pero en versión pastel, el amarillo resulta mucho más suave y ameno, aún conservando su carácter y personalidad. Idealmente, puede combinarse con tonalidades más oscuras como gris o hasta negro para conseguir los contrastes más favorables.
El rosa pastel que se obtiene de la combinación de rojo con blanco es una de las opciones más extendidas de la paleta. A pesar de que es un color llamativo, es al mismo tiempo delicado y capaz de ofrecer resultados muy interesantes al combinarse con blanco o gris.
El verde es sin dudas el color que asociamos a lo natural, y es por eso que resulta tan fresco y relajante. Además, es sumamente versátil y puede combinarse perfectamente con diversos tonos como el marrón, el azul u otras tonalidades más llamativas como naranja o amarillo.