Guía Definitiva Sobre Tipos De Pintura Para Interiores

Dentro de la gran variedad de colores para interiores de casa entre los que puedes elegir, sin lugar a dudas cada uno contribuirá a definir el estilo y la personalidad de cada ambiente. Si además consideramos las múltiples opciones posibles en cuanto a tipos de pintura y técnicas de pintura, podemos afirmar que estamos ante una decisión que dirá muchísimo de cada habitación. 

Sin lugar a dudas la elección en cuanto a tipo, estilo y técnica de pintura deberá adaptarse al objetivo que estás buscando para ese ambiente en particular. Por eso, sin importar si se trata de una sala, un baño o una cocina, te compartiremos una serie de consejos que te servirán para elegir la opción que resulte más conveniente según tus propios gustos y propósitos decorativos. 

Antes de comenzar con la pintura de tus paredes de interior será necesario que conozcas las diferentes de clases de pintura que podrías utilizar, ya que cada una tiene un uso particular. De modo que conocerlas mejor te servirá para aprovechar sus ventajas de la mejor manera. 

También conocida como látex, se trata del tipo de pintura más empleado para los interiores de una vivienda. Su característica más saliente es que son lavables al agua, y pueden conseguirse en formato acrílicas o vinílicas. La pintura plástica acrílica es de gran calidad y se caracteriza por su secada rápido. En cambio, la pintura vinílica demora un poco más en su secado, pero es de fácil aplicación y no requiere de muchas capas para un buen resultado. Por otra parte, por sus propiedades es la pintura más utilizada para acabados con dibujos o figuras de estilos diversos. 

Este tipo de pintura se compone de resinas sintéticas, y puede contar con acabados satinados, mate o brillantes. Se trata de una pintura sumamente resistente que puede utilizarse tanto en paredes como en superficies de metal o madera. Además de sus posibilidades decorativas, resulta excelente para brindar una capa extra de protección a la superficie sobre la cual se aplique. 

Esta clase de pintura se fabrica a partir de resinas acrílicas y pigmentos de diferentes colores. Es sumamente fácil de aplicar y no desprende olores, por lo cual su uso es especialmente recomendable para habitaciones poco ventiladas. Además de ser una opción muy elegida para la decoración artística de paredes, también es una alternativa ecológica de alta adherencia. 

Existen diferentes tipos de barnices según sean disueltos en agua, aceite, aguarrás o diluyente. Se caracterizan por resultar impermeables y resistentes a la abrasión, lo cual les confiere una gran durabilidad. Además de su uso típico para la protección de superficies de madera, también pueden mezclarse con tintes de colores para la decoración de paredes. 

Esta pintura se compone de silicato de potasio líquido, pigmentos inorgánicos y minerales naturales. Su adherencia es de las más altas, además de ser impermeable y muy transpirable. Por esta razón, se trata de una pintura ideal para ambientes con paredes con problemas de humedad. 

Ahora que ya conocemos los distintos tipos de pintura y sus principales características, podemos continuar con las distintas clases de técnicas que pueden aplicarse con ellas para lograr resultados originales y creativos. 

La aplicación de este efecto no requiere un material específico, si no que bastará con esparcir la pintura con un cepillo de cerdas finas que es lo que permitirá el acabado. 

Para este método de pintura suele usarse cal, compuestos sintéticos, pigmentos de los colores para interiores de casa elegidos y polvo de mármol. Un detalle importante a tener en cuenta si vamos a utilizar esta técnica para la decoración de las paredes es que estas deben estar perfectamente limpias y lisas. Al aplicar el estuco, debe hacerse con una espátula en todos los sentidos posibles. Del mismo modo, los resultados serán mejores cuantas más capas se apliquen sobre la superficie. 

Esta técnica consiste en aplicar la pintura sobre la superficie usando una brocha en primer lugar, para luego extenderla con un trapo. Como el proceso debe realizarse casi en simultáneo, la mejor forma de lograr este acabado será trabajando de a dos personas. 

Esta técnicamente sumamente vistosa se logra añadiendo una base de resinas de color blanco que contrastan con el color del fondo. El resultado es altamente resistente además de muy llamativo, y conseguirás mayor intensidad cuanto más color añadas a la mezcla.

Una de las técnicas más sencillas, ya que no necesita de ninguna pintura con características particulares. Bastará con aplicarla suavemente con una esponja, por medio de golpes suaves. El resultado obtenido se caracteriza por la profundidad y volumen que son capaces de aportar a un ambiente, por lo que se recomienda para habitaciones pequeñas. 

Esta técnica sirve para crear imitaciones de este vistoso material, aunque es importante aclarar que no es de las más sencillas. Primero será necesario pintar con una capa de pintura en color liso, luego pasar un trapo antes de que se seque para romper su uniformidad, y por último dibujar las “vetas” con un pincel fino. Aunque resulte un poco más complejos que otras de las técnicas, los resultados realmente hacen que valga la pena.

Luego de haber leído este artículo, ¿ya sabes qué pintura y técnica te gustaría aplicar en la próxima habitación que vayas a pintar?