El centro de Mérida, Yucatán, está lleno de casas antiguas hermosas, de techos altos y de antiguo esplendor. Hoy muchas de estas casas están deterioradas por el tiempo y la falta de mantenimiento.
La Casa del Aljibe había sufrido los estragos del tiempo y el clima, y sus árboles estaban escondidos en años de maleza sin podar.
El proyecto consistió en conservar la estructura original de la casa, eliminando adiciones y regresándoles su esplendor.
La primera crujía cuenta con el techo original de vigas metálicas a doble altura. Originalmente se construían techos altos para favorecer el enfriamiento natural de la casa.
Quisimos hacer una casa de convivencia, en la que cada rincón te invite a quedarte un rato.
Los materiales que elegimos fueron pisos de cemento blanco pulido y acentos de piso de pasta tradicionales diseñados especialmente para la Casa del Aljibe. La paleta de color va de verde a azul con grises neutros.
En el patio conservamos todos los árboles del terreno, un aguacate, un guanábano, un roble y un zapote. El muro de colindancia se aumentó en altura usando la técnica tradicional de mampostería.
La piscina limita con una bodega de lavado y equipos. La recámara principal envuelve con su baño al árbol de zapote, lo que la hace fresca y sombreada, un espacio perfecto para los días calurosos de Mérida.
El patio cuenta con hamaqueros a lado de la piscina para disfrutar de la tarde a lado de la alberca.
Afuera de la cocina se genera un espacio de convivencia informal, como todo en esta casa se diseñó para una vida despreocupada, en el centro de una ciudad que vibra y crece, y donde un oasis fresco y bello es muy agradecido.
Este baño es compartido entre la recámara y las visitas con su doble puerta. Cuenta con ventilación superior, lo que permite luz natural y ventilación sin permitir la entrada de calor. Los acabados son azulejos de pasta y cemento blanco pulido.
La cocina es amplia y cuenta con una ventana que da a la terraza, donde se crea un área de convivencia desde el fregadero hacia afuera.
La regadera tiene un techo de vidrio que permite ver las hojas del árbol de zapote y el cielo azul de Yucatán
El chukum es un árbol del cual se obtiene una resina que hace impermeables las superficies y les da un tono beige deslavado. Las albercas de chukum hacen que el agua en ellas se vea color turquesa de manera natural.