La Casa fué construida en el año de 1920 para una de las familias adineradas de Chapala, con el tiempo el terreno se subdividió en varias partes, quedando únicamente la parte construida y un corral en la parte central de la manzana. En el año de 1997 se nos encargó el proyecto de rehabilitación y ampliación de la finca para utilizarla como casa de fin de semana, se planteó entonces la idea de una casa muy abierta rescatando detalles originales y algunos de los árboles frutales que se hallaban en lo que alguna vez fué la huerta familiar. La obra se terminó en el año 2000. Todos los muebles de las áreas comunes fueron diseñados especialmente para dichos espacios, así como los cuadros que fueron pintados al óleo por la dueña de la casa.
Un espacio abierto que funciona como terraza / sala / comedor, que se utiliza a diario para la convivencia familiar.
Todos los objetos decorativos fueron fabricados por manos mexicanas en diferentes estados del país.
Un patio alargado repleto de vegetación, funciona como conexión entre las áreas privadas y las comunes.
Una de las escaleras sube a la terraza alta en donde se construyeron tres habitaciones y un baño al rededor de un patio que hace la función de asoleadero.
En el jardín trasero hay una habitación en planta alta y en planta baja baños que dan servicio a esa área.
Un nicho que exhibe platos de cerámica de diversos lugares de México.
Aún se conservan los viejos árboles frutales que pertenecían a la huerta familiar.
Un ángel de piedra se esconde entre la vegetación del jardín posterior.
Una escalera construida de ladrillo y granito martelinado lleva a la habitación del jardín.
La otra escalera lleva a las habitaciones que rodean la terraza alta.
Puertas y ventanas fueron diseñadas específicamente para cada espacio, y se fabricaron en madera sólida de pino.
El detalle de la escalera que lleva a la terraza alta fué inspirado en un antiguo convento del pueblo de Asís.
El patio que rodea la cocina logra elevar la vista hacia el cielo gracias a los elementos de herrería que se han colocado en los muros altos.
Toda la vegetación fué seleccionada cuidadosamente pensando en variedades de la región.
Los sillones son réplicas de los originales de la Roma antigua y fueron fabricados en madera sólida de rosa morada y tapizados en cuero de cabra.
La mesa mide 4m de largo y está fabricada en madera sólida de pino al igual que las sillas que a su vez fueron tapizadas en cuero de res.
Una gradería entre la vegetación es el camino que conduce al jardín trasero.
Un antiguo capitel que perteneció a un templo ahora demolido, sirve como mesa de bienvenida hacia la terraza
Una serie de vigas de madera fueron colocadas bajo las bóvedas originales con el fin de rescatar la idea de los techos tradicionales de las casas mexicanas.
Se ingresa a la casa por un pasillo contiguo a un patio intermedio que a su vez funciona como hall.
En el patio central una fuente de onix rodeada de cactáceas arrulla con su leve goteo.
Algunas de las puertas originales de la casa se rescataron y se restauraron para lucir como eran originalente.
Una vano vertical comunica la cocina con el comedor y desde ahí se alcanza a ver el pasillo de ingreso a la casa.
Cada habitación de la casa es diferente en decoración. Los espacios son pequeños diseñados específicamente para dormir y así forzar la convivencia en el resto de la casa.
La fachada exterior se diseñó pensando en no romper con el entorno urbano y natural del poblado, y tomando en cuenta también los materiales de la región como madera, barro, piedra y cerámica.